-“Pelusa subía cada día a la higuera, a esperar nacer las brevas. La vida en la higuera era mágica, casi todo podía suceder, desde allí se veía el horizonte de medianeras, las casas vecinas y sus habitantes. La higuera era para Pelusa el refugio, su propia selva, el cielo sobre la tierra. Los pájaros eran sus compañeros, compartía las ramas con hormigas, orugas y mariposas.
Cuenta la historia que una tarde de verano uno de sus hermanos mayores, conociendo el fervor de Pelusa por los higos, colgó un mate calabaza bien pintado de negro, de una de las ramas más altas de la planta. De inmediato llamo a la más pequeña de la familia, reina indiscutida de la higuera, ama y señora de sus ramas y sus hojas, dueña de cada fruto por derecho adquirido, y le comentó
-Pelusa la higuera dio una breva gigante, es enorme! No lo vas a poder creer!!- La pequeña saltó de la silla y corrió desesperada con los ojos brillantes, llenos de ilusión, y al llegar al pie de la planta miró hacia arriba, su boca de trufa se abrió de par en par, sus ojos quedaron mas redondos que nunca y de su garganta de gorrión broto un extenso -…haaa!. Un fruto gigantesco del tamaño de una taza de desayuno, esto sí que debe tener el sabor de las nubes-, pensó la pequeña inmediatamente y se lanzó a trepar rauda el tronco áspero y fino de la higuera. La breva estaba situada en una de las ramas más altas, una de las más endebles. Su hermano trató de sujetarla pero se le escurrió entre las manos como un pez, nunca imaginó tal reacción, chiquita y ágil se aventuró en el mar de hojas anchas y lechosas.
Trepó y trepó, con esfuerzo pero con la agilidad que la naturaleza solo le confiere a los felinos. Sus ropas rasgadas y manchadas por la goma pegajosa de la planta, como casi siempre, pero esta vez peor. Al llegar a la cima extendió su pequeño y delgado brazo, mientras la rama se balanceaba de un lado al otro, los dedos se le alargaron como si tratara de salirse de sí, la breva parecía cada vez más lejos. Hizo un último y desmedido esfuerzo por estirarse y con las yemas por fin rozó la fruta , la rama volvió a moverse y esta vez la dejó llegar a tocarla y cuando pudo aferrarse a la breva, la dureza de esta la hizo dudar y un sentimiento de desconfianza mezclado con una tremenda desilusión hicieron que perdiera el equilibrio, el mate se desprendió y Pelusa cayo al vacio de espaldas, en la caída bajaban ella y el mate en una especie de cámara lenta eterna, mientras veía alejarse la copa. En su caída arrasó con toda la planta, trató de sujetarse de las hojas, de los higos, pero nada pudo detener tal estrepitosa caída. Gracias al cielo, al final se encontró con los brazos de su hermano que la sujetaron con fuerza, y una lluvia de higos y hojas coronaron la escena. Ella lo miro con dureza, él le hizo un guiño, su mirada se ablandó de inmediato y entre risas y carcajadas Pelusa comprendió que todo era una broma”--Pelusa la higuera dio una breva gigante, es enorme! No lo vas a poder creer!!- La pequeña saltó de la silla y corrió desesperada con los ojos brillantes, llenos de ilusión, y al llegar al pie de la planta miró hacia arriba, su boca de trufa se abrió de par en par, sus ojos quedaron mas redondos que nunca y de su garganta de gorrión broto un extenso -…haaa!. Un fruto gigantesco del tamaño de una taza de desayuno, esto sí que debe tener el sabor de las nubes-, pensó la pequeña inmediatamente y se lanzó a trepar rauda el tronco áspero y fino de la higuera. La breva estaba situada en una de las ramas más altas, una de las más endebles. Su hermano trató de sujetarla pero se le escurrió entre las manos como un pez, nunca imaginó tal reacción, chiquita y ágil se aventuró en el mar de hojas anchas y lechosas.
Fragmento del cuento “Pelusa, La vida sobre una higuera” de Virginia Sar.
Espero que hayan disfrutado este breve relato.Esta receta la diseñe para alguien que quiero mucho y que es fanática perdida de los higos. Seguro tienen a quien prepararsela, y si no lo tienen pueden hacerla para ustedes mismas, un mimo de tanto en tanto no viene nada mal!
Si les quedó alguna duda pueden escrbirme a mi casilla, responderé lo mas rápido posible.
bs
Torta de Higos y Crema de Caramelo
Para la torta (cantidades en tazas de medir)
.½ Taza de Manteca
.1 ½ Taza de Harina 0000
.2 Cucharaditas de Polvo de Hornear
.½ Cucharadita de Sal
.1 Taza de Azúcar
.2 Huevos grandes mas dos Yemas
.½ Taza de Leche tibia
.1 Cucharadita de Extracto de Vainilla
.1 Cucharadita de Extracto de Vainilla
.¼ Taza de Tía Maria
.¼ Cucharadita de Canela
.10 Higos en Almíbar y 10 Higos frescos
.Precalentar el horno a 180 grados. Enmantecar y enharinar un molde para bizcochuelo N1.
.En un bol tamice la harina junto con todos los ingredientes secos. Mezclar y reservar.
.En otro recipiente batir la manteca con el azúcar hasta blanquear. Incorporar los huevos y las yemas de a uno y la esencia de vainilla.
.Agregar a esta preparación a los ingredientes secos intercalando con la leche mezclada con el licor de café. Y empezando y terminando con los secos.
.Volcar en el molde y llevar al horno durante 40 minutos o hasta que al introducir un palillo este salga seco.
Para la Crema de Caramelo
.350g de Crema de Leche
.5g de Gelatina sin sabor
.3 Cucharadas de agua fría
.5 Cucharadas de Salsa de Caramelo
.En un recipiente pequeño colocar la gelatina con el agua y dejar reposar 5 minutos.
.Llevar la gelatina a fuego mínimo y calentar hasta que se disuelva, sin que hierva. Dejar enfriar.
.En un bol comenzar a batir la crema, agregar la salsa de caramelo lentamente, continuar batiendo siempre cuidando que no se corte. Por último agregar la gelatina. Batir hasta lograr punto Chantillí.
Para los Higos en Almíbar
.200g de Azúcar
.200cc de Agua
.10 Higos lavados y cortados en cuartos
.En una olla pequeña hacer un almíbar liviano con el agua y el azúcar.
.Cuando el almíbar este en su punto agregar los higos y cocinarlos por algunos minutos.
.Dejar enfriar.
Para la Salsa de Caramelo
.250g de Azúcar
. 70g de Crema de Leche
.En una olla colocar el azúcar y llevar a fuego suave hasta que se forme un caramelo rubio. Cuidar que no se queme.
.Cuando esté en su punto agregar lentamente la crema, con cuidado ya que puede hervir de golpe,
mezclar hasta que estén integrados los ingredientes.
.Colocar en frascos esterilizados y guardar durante tres meses.
Para el armado
.Cortar la torta por la mitad, generando dos discos parejos.
.Untar la base con abundante crema de caramelo y sobre esta colocar los higos en almíbar escurridos.
.Tapar con el disco restante, colocar nuevamente crema de caramelo y por último decorar con los higos frescos restantes lavados y cortados en cuartos.
.Salsear con la salsa de caramelo.