Panna Cotta de Tres Sabores

Estos últimos días los pase junto al mar, disfrutando de unas vacaciones muy ansiadas.
Aunque parezca mentira hacía dos años que no salíamos de vacaciones. El año pasado nació Oli y para nosotros era demasiado pequeña como para llevarla a la playa, con el viento y la arena volando por todos lados, tal vez crean que somos exagerados pero para padres primerizos ningún recaudo está de más. Así que, entre embarazo y nacimiento, pasaron dos años sin vacaciones y con mucho trabajo, no solo con la nueva familia acomodándose, sino también trabajo de obra en casa y trabajo de “trabajo” real, que es el que más pesa. Podrán darse una idea de cuan agotados estábamos. Pero por suerte, el aire de mar y los días hermosos que nos tocaron, nos devolvieron parte de la energía que habíamos perdido.

De algún modo fue un poco contraproducente, cuando llegue creí que tenia las pilas cargadas a tope y quería hacer mil cosas juntas, que las hice, pero al momento de sentarme a escribir mi mente estaba en blanco, y no en cualquier blanco, blanco óptico el mas blanco de todos, el que más cuesta llenar, ese que te encandila. Me dije, dejemos pasar unos días tal vez todo se acomode solo, y por suerte así fue. Lentamente comencé a recuperar el ritmo, muy lentamente…

Siempre que cocino, pienso en los sabores o en lo que tengo ganas de comer o simplemente me dejo llevar por la inspiración de los productos que están más frescos y más bellos. Pero últimamente me está sucediendo que pienso en la estética y el clima que quiero crear en la foto, y claro todo el resto ayuda también, pero es un mecanismo de diseño que se dispara y me pide algo claro o en colores pasteles y con una luz tenue y así sucesivamente… hasta que el plato se presenta en mi mente y comienzan a surgir los sabores y los ingredientes. Si bien el aspecto estético siempre fue un factor determinante en mi vida, por estos días lo es más aún.

Así fue que surgió esta Panna Cotta, publique una hace muy poco pero esta es la muestra de lo versátil que puede ser este postre tan simple, siempre les dije que pusieran en marcha su imaginación a la hora de prepararlo, es infinito!

Podría escribir maravillas sobre este plato durante horas, pero en realidad deben probarlo, es untuoso al paladar, suave y cremoso, con los toques frescos y frutados de las frutillas, los arándanos y la vainilla. El degrade de colores le da un aspecto etéreo y su arquitectura hace que de pena comerlo.


Quería tres capas y tres colores, como siempre colores suaves y claros. Me encantó el resultado final. Disfrútenlo!



Panna Cotta de tres colores

Para la Panna Cotta de vainilla
.2 Cucharaditas de Gelatina sin Sabor + 4 Cucharadas de Agua fría para hidratar.
.400ml de Crema de Leche
.100ml de Leche entera
.½ Cucharadita de Extracto de Vainilla
.60g de Azúcar

.Llevar la crema, el azúcar, la leche y la vainilla a fuego suave hasta que rompa hervor, revolviendo de tanto en tanto.
.Retirar del fuego y agregar la gelatina previamente hidratada en el agua, revolviendo durante algunos minutos hasta que se disuelva por completo.
.Colocar en recipientes, colando la preparación.
.Llevar a heladera durante tres o cuatro horas.
.Servir bien fría acompañada del sirope de frambuesas también frio.

Para la Panna Cotta de frutillas y para la de arándanos simplemente agregar a las mismas cantidades de la preparación anterior el puré de 80g de frutos frescos previamente lavados, el puré se realiza en procesadora. Colar dichas preparaciones.

Para el armado
Para poder montar un capa sobre la otra deben dejar descansar cada sabor por lo menos unos 45 minutos en heladera, esto los obliga a preparar cada sabor por separado y en el momento en que van a colocarlo sobre el anterior ya descansado.