Los damascos son los preferidos de mi marido, en verano son su mayor tentación. Comerlos solo al natural no es la única opción, hay otras alternativas.
Esta torta es un típico tarte tatin súper fácil que
preparaba mi mamá, casi sin medir ni pesar nada y con las frutas que tenia al
alcance de la mano.
Resulta que como a mi marido le gustan tanto los damascos y los compra por toneladas yo
la preparo con ellos. Muchas veces al comprar esta fruta, no está en su
punto ideal para comer y resultan un poco ácidos. Esta es una excelente forma
de aprovecharlos sin tener que esperar a que maduren.
Es tan rápida y fácil que tuve que prestar atención cuando
la preparaba para calcular bien las medidas y tomar nota para poder pasarles la
receta, ya que la hago a puro ojo y siempre sale bien.
Se cuece en 25 minutos o menos, y si quieren que la fruta
quede más oscura y caramelizada pueden cubrir la base del molde con azúcar
negra o un poco de caramelo.
Para desmoldarla, basta con pasar la base del molde por
encima de la hornalla durante algunos segundos y listo!
Esta vez le agregue a la masa semillas de amapola, y le
dieron el toque final para que fuera una verdadera torta de verano.
Para acompañar la mejor opción, una bocha de helado de crema
y un refrescante té helado.
Pruébenla, es simple y rápida, ideal para los
principiantes…no dejen de hacerla. Y si pueden sumarle alguna idea…me
encantaría que me la contaran!
Buena semana!
Damascos Tarte Tatin
250g de damascos lavados, sin carozo y cortados por la mitad
1 taza de harina
1 cucharadita de polvo de hornear
½ cucharadita de sal
1 cucharada de semillas de amapola
1 taza de azúcar, extra para el molde
150g de manteca pomada, extra para el molde
1 huevo grande a temperatura ambiente
1 cucharadita de extracto de vainilla
½ taza de leche tibia
Precalentar el horno a 180 grados. Enmantecar el molde y
cubrir con algunas cucharadas de azúcar, reservar.
En un bol mediano, mezclar y cernir los ingredientes secos,
agregar las semillas de amapola, reservar.
En otro bol batir la manteca y el azúcar hasta blanquear.
Incorporar el huevo y la vainilla, continuar batiendo
durante algunos minutos más.
En este punto y con la ayuda de una espátula, agregar los
ingredientes secos intercalados con la leche.
Agregar cuanta leche sea necesaria, debe quedar una mezcla
cremosa, ni liquida ni dura.
Colocar los damascos con la panza hacia arriba en el molde,
cubrir con la masa y emparejar con una espátula.
Llevar al horno hasta que la masa se vea dorada y firme.
Retirar y dejar reposar algunos instantes y desmoldar.