Estoy casi obsesionada con los arándanos, desde los tan famosos cupckes de la manito de Oli… y creo desde la primera vez que los vi y los probé.
Otra vez la inspiración partió de ellos, es inevitable, pero la verdad es que hoy los laureles se los llevó la autentica y tan americana “pie crust, gluten free” o corteza de tarta libre de gluten. Y por supuesto, libre de gluten..!
¿Porqué
la aclaración? la masa de un pie de
frutas es diferente a las masa de tarta que usamos habitualmente. La masa de un
pie es algo gruesa, un tanto o levemente salada, tierna y al mismo tiempo firme y crujiente… un
verdadero pie de frutas encierra todo el sabor de las frutas horneadas y sus mas sabrosos y ricos jugos contenidos dentro de esta dorada corteza.
Hornear un pie es un acto mágico, perfuma cada rincón de la casa y da sensación de felicidad…y siendo libre de gluten, no pierde ninguna de sus bellas y delicadas cualidades.
Hornear un pie es un acto mágico, perfuma cada rincón de la casa y da sensación de felicidad…y siendo libre de gluten, no pierde ninguna de sus bellas y delicadas cualidades.
Mil
formas de cubrir un pie, pero elegí un enrejado de trama cerrada y Oli una cubierta
de corazones que dejan ver el azul intenso de los arándanos con destellos morados en su interior…casi como si fuera una jalea.
De
todas formas, los arándanos tuvieron su protagonismo, la limonada en este caso
es súper duper especial, porque es una limonada de arándanos y menta y no sería
igual de deliciosa sin ellos… y creo que ellos, aunque la masa de pie se robó
un poco el foco, son una fuente inagotable de inspiración.. por su gran
variedad de azules, por sus tonos aterciopelados, por sus delicadas formas y textura…
por todo el romance que sugieren, porque dan sensación de verano, de tarde
calurosa a la sombra, adentro, con el verde bien verde asomando por la ventana.…
Que
lo disfruten.