
Mis recuerdos más marcados sobre esta época, son sobre mi madre y yo.
Llegando Navidad, en las noches calurosas de diciembre, cuando cuesta dormir, mi madre me llevaba a la terraza de nuestra casa, una antigua casa del barrio de villa devoto, y nos sentábamos durante horas mirando el cielo nocturno y límpido de diciembre. Las Tres Marías, y todas las estrellas que se pueden ver en esta época del año servían de excusa para espiar a Papa Noel, -No lo ves?... allá entre las estrellas… está llegando, falta poco-me decía mamá- lo que pasa es que sos muy chiquita y no llegas a verlo pero allá está, se está acercando con su trineo volador, y Rodolfo el reno viene adelante…-Yo creía cada palabra y en mi imaginación crecía y se alimentaba la ilusión de "La Navidad". Escuchá los cascabeles, tin tin tin,…los escuchas?- y puedo jurar que los escuchaba a lo lejos. Y así pasábamos muchas noches de calor buscando en el cielo, entre las estrellas y con las chicharras de fondo coreando su metálico canto de verano.

Todos estos momentos inolvidables hicieron que mi imaginación volara, y ella hizo que mi mente se llenara de colores y sonidos que tal vez nunca había visto ni escuchado. Ese es el ejercicio más maravilloso para la mente de un niño, de esa forma el cielo es el límite, como en Big Fish, recuerdan la trama? todos los sueños y anécdotas se pueden embellecer y adornar con ayuda de la imaginación. Mi madre fue y es mi gran “Big Fish”. Si algo tengo que agradecerle es el hecho de alimentar mi imaginación y ser el motor de mis sueños.

Cada Navidad, desde el 8 de diciembre hasta el 8 de enero, todos los rincones de mi casa se visten de fiesta para dejar volar la imaginación, para hacer que esta época sea mágica, para que dure más. Y nada mejor que hacer galletitas para volver a ser niños, aunque sea por un rato. Dentro de poco Oli podrá participar, decorar, y jugar hasta el cansancio en la cocina con sus Abuelas, su Papa y su Mama. Y así construir sus propios recuerdos mágicos de Navidad, recuerdos que la acompañaran por siempre y la convertirán en un adulto que sea capaz de soñar.

Quien es el Big Fish de sus vidas?...
Aunque pasen los años, nada impide que cada Navidad vuelva a creer en Papa Noel. Y así soy feliz.
Sean felices, aunque cueste….. Feliz Navidad!
Gracias por leer.